La última etapa de La Vuelta a España quedó hoy completamente neutralizada en la capital tras una jornada marcada por las protestas contra la participación del equipo Israel Premier Tech. A pesar del amplio dispositivo de seguridad desplegado —con más de 2.300 agentes entre Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Municipal— la carrera no pudo completarse: ninguna de las vueltas previstas en el circuito urbano de Madrid llegó a disputarse.
Desde primeras horas de la tarde, miles de manifestantes ocuparon puntos clave del recorrido en Atocha, Cibeles, Callao y Colón. Las concentraciones habían sido convocadas desde hacía dos semanas a través de redes sociales y grupos de mensajería, y rápidamente desbordaron la capacidad de control policial.
A las 18:00, un corte masivo en la Gran Vía y Callao desencadenó cargas policiales y choques con los manifestantes. Minutos después, la organización trató de modificar de nuevo el itinerario, reduciéndolo al tramo entre Neptuno y Colón, pero la presión en las calles lo hizo imposible. A las 18:20, la carrera fue oficialmente neutralizada.
Durante la tarde se registraron cargas en varios puntos del centro, con uso de porras, lanzamiento de gases y, más tarde, disparos de pelotas de goma por parte de antidisturbios. En paralelo, se escuchaban consignas como “Esta vuelta la gana Palestina” o “Israel asesina, Europa patrocina”, incluso en la retransmisión de RTVE, que interrumpió la emisión antes de tiempo.
La protesta se enmarca en un ciclo de movilizaciones iniciado en etapas anteriores, como las que finalizaban en Bilbao y Mos (Pontevedra), y que han convertido esta edición de La Vuelta en la más politizada y mediática en décadas.
