La calidad del sistema sanitario y de los servicios públicos es esencial para garantizar unas buenas condiciones de vida. Por ello resulta imprescindible organizarse y responder ante quienes buscan debilitarlos.
Actualmente, la sanidad pública en la región está siendo desmantelada. No se trata de un fallo puntual ni de una crisis temporal, sino de una estrategia política que prioriza lo privado en detrimento de lo público. Con la menor inversión sanitaria por habitante del país, listas de espera récord, una Atención Primaria desbordada y grandes sumas destinadas a conciertos con empresas privadas, el sistema se encuentra al límite. El personal del SERMAS trabaja saturado y exhausto, mientras la población vive la situación con creciente desesperación. Paralelamente, el negocio sanitario privado continúa expandiéndose.
Es urgente adoptar medidas que refuercen la sanidad pública, especialmente la Atención Primaria y sus centros de salud. Su deterioro acelerado responde a decisiones políticas que no han destinado los recursos necesarios ni han priorizado la salud de la población frente a otros tipos de gasto.
En este contexto, es importante destacar la labor de la coordinadora Vecinas y Vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid, que agrupa a numerosas plataformas en defensa de la sanidad pública. Esta coordinación surge de años de movilizaciones descentralizadas en toda la región, impulsadas por la crisis sanitaria que Madrid arrastra desde hace más de dos décadas y que la pandemia dejó aún más en evidencia.
La coordinadora impulsa la campaña “¡Reclama!”, cuyo objetivo es concienciar a la ciudadanía de que “Reclamar es un derecho y un deber”. Lanzada en 2024, esta iniciativa pretende informar y empoderar a la población sobre su derecho a exigir una sanidad pública de calidad. En Carabanchel, llevamos meses colocando mesas informativas frente al Centro de Salud de Abrantes para recoger testimonios y reclamaciones del vecindario. Según la coordinadora, esta labor ha contribuido a un aumento del 127% en las reclamaciones oficiales durante 2024, reflejando la denuncia vecinal de listas de espera interminables, falta de personal médico y desigualdades entre distritos.
La campaña tiene un doble propósito: sensibilizar sobre el grave deterioro de la sanidad pública y reunir reclamaciones masivas para exigir a la Consejería de Sanidad una respuesta urgente. Hasta ahora, la plataforma ha registrado y remitido a la consejera unas 30.000 reclamaciones, sin haber recibido contestación tras más de un año.
A pesar del silencio de la Administración, la eficacia de la campaña se refleja en los propios datos oficiales. Información obtenida a través del Portal de Transparencia muestra que en 2023 se presentaron 34.694 reclamaciones, mientras que en 2024 la cifra ascendió a 78.703, un incremento del 127% que evidencia la magnitud de la movilización ciudadana impulsada por RECLAMA.
El lunes 15 de diciembre, representantes de distintos barrios y municipios de Madrid entregarán una nueva remesa de reclamaciones —unas 5.000 más— recogidas en las últimas semanas por toda la región.


