Una protesta simbólica en forma de cacerolada tuvo lugar este domingo frente a la sede de la Representación de la Comisión Europea en Madrid. La convocatoria reunió a decenas de personas que denunciaron lo que consideran un genocidio continuado en Gaza, responsabilizando directamente a la Unión Europea por su inacción y falta de sanciones efectivas.
La protesta se presentó como una respuesta directa a una “llamada desde la Franja de Gaza” y buscó evidenciar la situación de hambruna intencionada que afecta a cerca de dos millones de personas. las portavoces de la acción denunciaron que declaraciones recientes prometiendo mayor acceso de ayuda humanitaria resultaron ser falsas, y alertó de que la UE está permitiendo que “el sionista israelí siga asesinando a la gente en las colas del hambre”, sin imponer sanciones ni tomar medidas concretas.
Los manifestantes denunciaron que, tras 21 meses de bombardeo continuo —en su mayoría contra población civil— el 80 % de los edificios de Gaza han sido destruidos, sin servicios básicos accesibles como electricidad, agua, ambulatorios o alimentos; más de 70 personas han muerto por inanición. Exigieron una respuesta inmediata de la UE y el Gobierno español: sanciones, suspensión del acuerdo de asociación con Israel, embargo de armas y medidas claras para garantizar la ayuda humanitaria.
Esta acción se inscribe dentro de una ola de movilizaciones en España que ya se han extendido por más de 100 ciudades, intensificadas por el clamor de “alto al genocidio” y denuncias de complicidad europea. Además, más de 1.400 funcionarios de la UE han firmado un memorando reclamando una postura firme frente a Israel y exigiendo acciones como la suspensión del Acuerdo de Asociación UE‑Israel.
