La protesta ha consistido en una sentada pacífica multitudinaria alrededor de una bandera palestina en la parte central de la estación. Según las activistas, esta acción reivindica una escalada de las diferentes protestas y movilizaciones que se están llevando a cabo a favor del pueblo Palestino en toda España desde el año pasado. A través de la lectura de un comunicado por parte de los colectivos BDS y Samidoun, poemas y consignas, se ha querido visibilizar el asesinato de más de 36.096 personas en los últimos 7 meses y hacer hincapié en la lucha de más de 70 años de lucha del pueblo palestino.
En el comunicado publicado por los colectivos activistas, expresan:
“Las más de 36.096 personas asesinadas por Israel en Gaza y Cisjordania durante los últimos 7 meses, las miles de personas aún desaparecidas bajo los escombros y las 81.136 personas heridas, son una cicatriz irreparable en la historia de injusticia impuesta por las potencias coloniales y el régimen de apartheid contra el pueblo palestino. Masacres como las de Rafah y Al Shifa o los ataques a los campos de refugiadas en Yenín y Tulkarem quedarán en la memoria de los pueblos como uno de los más oscuros episodios de crueldad e impunidad de nuestra historia. Sin embargo, ni estos actos de barbarie, ni la campaña de persecución del régimen israelí sobre la población palestina, que suma ya más de 8.800 presos políticos en las cárceles de la ocupación acabarán con la voluntad del pueblo palestino de resistir y mantener la lucha por su existencia.
Los últimos 7 meses han mostrado una aceleración del proyecto de exterminio que la entidad sionista lleva cometiendo durante más de 76 años. El exilio y la desposesión del pueblo palestino se mantiene hasta nuestros días, en una Nakba continuada que acumula cientos de masacres perpetradas por el régimen israelí con la complicidad de gobiernos occidentales. El reconocimiento del Estado palestino del que hoy se felicita el Gobierno español no es la solución a las exigencias del pueblo palestino que tanto en el territorio como en la diáspora, se levanta contra décadas de opresión y de expulsión de su territorio. Millones de personas apoyamos desde asambleas, acampadas y manifestaciones alrededor del mundo estas demandas y exigimos a nuestros gobiernos el fin de la complicidad y la inacción sobre el régimen israelí.
El gobierno español debe bloquear totalmente al régimen sionista, lo que significa, al menos: exigir un alto al genocidio, la ruptura de las relaciones diplomáticas, económicas, académicas, culturales y militares, el boicot y el embargo militar hacia el régimen israelí. El genocidio, la desposesión y la colonización en Palestina no tendrá fin, mientras que el gobierno siga vendiendo, comprando y traficando con el negocio de la guerra – tal como se ha demostrado con el carguero Borkum – o Israel siga beneficiándose de nuestros impuestos para la innovación en sus métodos de destrucción y exterminio tal como denuncian las acampadas universitarias. Sabemos que sólo un bloqueo total, el fin de la impunidad de la que disfruta el régimen sionista y el apoyo a la lucha legítima del pueblo palestino podrán comenzar a allanar el camino para la justicia.
En todo este tiempo, y especialmente en los últimos 7 meses, Israel ha aniquilado vidas de niñas, niños, mujeres, hombres y ancianos, ha bombardeado infraestructuras sanitarias, escuelas y universidades, ha cortado suministros básicos como el agua, ha bloqueado ayuda humanitaria, ha destruido tierras fértiles y ha destruido archivos históricos y culturales incalculables; y todo con el apoyo de sus aliados como Estados Unidos, pero siempre bajo la complicidad, o en el mejor de los casos la inacción, de países europeos como España.
La solidaridad con Palestina no se detendrá por el anuncio hecho hoy por Sánchez. Seguiremos exigiendo una política a la altura, que no evada sus obligaciones de justicia con el pueblo palestino. Honraremos la memoria de aquellas que padecieron y padecen los horrores del régimen sionista. Nos verán en las calles, en los institutos y universidades, en los puertos como hicimos con el carguero Borkum, en centros sociales y en todos los lugares necesarios, hasta poder ver una Palestina libre del río al mar.”
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