El pasado viernes 20 de junio, en la Plaza de Callao en Madrid , cientos de personas se congregaron en una multitudinaria concentración para denunciar y condenar el brutal asesinato de Abderrahim, ocurrido el martes 17 de junio. La movilización fue convocada por colectivos antirracistas y organizaciones sociales que exigen justicia y un fin a la violencia policial racista que, en este caso, terminó con la vida de un hombre que, presuntamente, intentó robar un teléfono móvil.
Desde las 20:00 horas, la plaza se llenó de voces, pancartas y banderas que clamaban contra la impunidad y el racismo estructural. Los asistentes expresaron su indignación ante la brutalidad con la que un policía municipal, fuera de servicio, estranguló a Abderrahim, quien quedó inconsciente y sin que el agente le soltara, pese a los gritos de ayuda y las grabaciones que evidencian la escena. La multitud no solo condenó la violencia, sino que también denunció cómo los medios de comunicación han criminalizado a la víctima, resaltando su origen magrebí y su supuesta condición de ladrón, en un intento de justificar lo injustificable.
Durante la concentración, se leyeron testimonios y se corearon consignas como “Justicia para Abderrahim” y “No a la violencia policial racista”. La convocatoria fue un acto de solidaridad y resistencia, en el que se recordó que estos casos no son aislados, sino parte de un patrón de violencia sistémica que afecta a la población migrante y racializada en España y en otros países. La protesta también sirvió para reafirmar la necesidad de exigir el cierre de los CIEs, la derogación de leyes racistas y el fin de la impunidad policial.
La presencia de familiares, activistas y vecinos fue un recordatorio de que la lucha contra el racismo y la violencia policial sigue siendo urgente y necesaria. La convocatoria culminó con un acto de homenaje a Abderrahim y apoyo a la familia en un compromiso colectivo de seguir luchando por justicia y dignidad para todas las personas víctimas del racismo institucional.