Madrid, 18 de octubre de 2025.
A las once de la mañana, el rugido de las motosierras y el sonido de los batefuegos rompieron la calma del barrio de Argüelles. Centenares de bomberos y bomberas forestales llegados desde todos los rincones del Estado Español comenzaron a concentrarse frente al número 70 de la Calle Ferraz. Bajo el lema “Por la dignidad de quienes defienden los montes”, dieron inicio a una manifestación convocada por la Plataforma de Asociaciones y Sindicatos de Bomberos y Bomberas Forestales (PASBF).
La marcha, que recorrió las calles Ferraz, Génova y terminó frente al Congreso de los Diputados, buscaba denunciar “el maltrato y abandono institucional” que aseguran sufrir desde hace décadas. Los manifestantes, vestidos con sus característicos uniformes amarillos, portaban pancartas en las que se leía: “No somos jardineros, somos bomberos forestales” o “Menos aplausos y más derechos”.
“Llevamos más de diez años luchando por el reconocimiento de nuestra categoría profesional”, explicó uno de los portavoces de la plataforma, recordando que, pese a que la Ley 5/2024, de 8 de noviembre, reconoció por fin la figura del bombero forestal, el desarrollo reglamentario aún no ha llegado. “El Gobierno tenía un año para ponerla en marcha y ya han pasado casi diez meses sin avances ni comunicación alguna”, añadió.
Entre las principales demandas figura la aplicación de los coeficientes reductores para la jubilación, contemplados en la ley, y el reconocimiento de las enfermedades profesionales derivadas de su labor. La plataforma ha solicitado una reunión urgente con la Ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para conocer el estado de la norma y exigir su cumplimiento.
Sin embargo, las reivindicaciones van más allá. Los manifestantes también denunciaron la externalización de los servicios públicos, una práctica que, aseguran, “ha generado precariedad, jornadas extenuantes, salarios bajos y condiciones laborales indignas”. “Los incendios se apagan con manos, no con contratos basura”, rezaba otra pancarta.
La crónica de esta jornada tiene trasfondo y memoria. Los bomberos forestales recordaron a sus compañeros fallecidos en los últimos incendios, reclamando una mejora urgente en los equipos de protección individual y en las medidas de seguridad y salud laboral. “No pedimos héroes, pedimos derechos”, gritaban al unísono frente al Congreso.
El objetivo final, insisten, es claro: ser reconocidos como trabajadores públicos, con todos los derechos que ello implica. Mientras tanto, su lucha continúa entre el humo de los incendios, la incertidumbre laboral y una dignidad que, como repiten una y otra vez, “no está en venta”.